Por Salvador Maldonado.
Tras la creciente sensación de descontento ciudadano reflejada en columnas y redes sociales, varios vecinos de Hualqui y comunas cercanas del Biobío alzaron la voz para expresar lo que muchos piensan, pero pocos se atreven a decir: el país necesita un giro, y rápido.
El malestar se palpa en las conversaciones cotidianas. “Uno trabaja toda la vida y sigue viendo hospitales colapsados, delincuencia en cada esquina y autoridades que solo aparecen en campaña”, comenta un vecino del sector Periquillo.
Otro hualquino, comerciante del centro, señala que la inseguridad está afectando incluso al comercio local. “Antes uno cerraba tarde sin miedo, ahora hay que mirar a todos lados. No se trata de política, se trata de vivir tranquilos”, afirma.
En la misma línea, dirigentes sociales sostienen que la confianza en los políticos se ha desplomado y que los independientes jugarán un papel clave en las próximas elecciones. “Ya no se vota por colores, se vota por resultados”, comenta una dirigenta vecinal de Talcamávida.
Mientras tanto, desde la oposición, los partidos de derecha comienzan a ver un terreno fértil en este descontento. Sus voceros locales han reforzado su presencia en terreno, prometiendo orden, desarrollo y apoyo a las familias más afectadas por la crisis económica.
Lo cierto es que la ciudadanía ha despertado. Y si bien muchos se declaran independientes, la realidad del país parece estar empujando a gran parte del electorado hacia nuevas decisiones. Como dijo un vecino con tono reflexivo:
“No se trata de derecha o izquierda… se trata de volver a creer”.
