Por Marcela Figueroa.-
Es inaceptable que el Servel siga permitiendo la inscripción de candidatos con currículums interminables, llenos de antecedentes cuestionables y manchas en su historial público. ¿Cómo se pretende que los ciudadanos confiemos en la política si quienes buscan representarnos tienen trayectorias marcadas por malas prácticas, dudosa ética y escándalos que todos conocemos?
Chile no necesita más de los mismos personajes con mala fama, que han demostrado ser incapaces de conducir con transparencia y que solo buscan poder y privilegios personales. Un verdadero representante del pueblo debe ser intachable, transparente, cercano y comprometido con la gente, no alguien que carga con causas judiciales, malas gestiones o antecedentes que ensucian la democracia.
El Servel no debería aceptar candidaturas de personas con historial de corrupción, abuso de poder, mala administración o cualquier tipo de conducta que vaya en contra del bien común. Al permitirlo, se avala el desprestigio de la política y se condena a los ciudadanos a tener que elegir entre opciones mediocres o manchadas por la desconfianza.
Chile merece una política limpia, con líderes honestos, preparados y verdaderamente preocupados por el futuro del país. No más carceleros disfrazados de servidores públicos. No más candidatos con prontuario político que se reciclan una y otra vez. Nuestro país exige dignidad y respeto, y eso solo se logra con representantes intachables, no con quienes ya demostraron no estar a la altura.












