Después de cuatro meses de investigaciones en Chillán Viejo y Quirihue, Carabineros de Ñuble, con apoyo de la Fiscalía Regional, desbarató una banda local que se dedicaba al desmantelamiento y comercialización de piezas de vehículos robados.
La Sección de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos (SEBV) lideró las diligencias, identificando cuatro inmuebles usados para acopiar y modificar vehículos. “Esta operación se originó tras un procedimiento en septiembre, donde obtuvimos evidencia clave para seguir investigando y localizar los centros operativos de esta organización”, señaló el prefecto de Ñuble, coronel Héctor Soto.
En los allanamientos, efectuados con apoyo de unidades GOPE y COP, se detuvo a dos personas con antecedentes penales. Se incautaron placas patentes falsas, herramientas para alterar chasis y motores, una carabina sin registro, dosis de droga y otros elementos relacionados con los delitos.
El fiscal jefe de la Unidad de Análisis Criminal, Rolando Canahuate, destacó que la investigación reveló la existencia de un proveedor de vehículos robados en Chillán y un taller clandestino en Quirihue, lo que permitió ampliar la indagatoria.
El delegado presidencial Rodrigo García valoró la labor conjunta de las instituciones involucradas, enfatizando que esta operación no solo afecta a los responsables directos del robo y desmantelamiento, sino que también golpea la falsificación de documentos y autopartes asociadas.












