La noche del 31 de octubre, Hualqui se convirtió en un escenario de magia y misterio, donde cientos de niños y adultos se unieron en una de las celebraciones más esperadas del año: el tradicional “dulce o travesura”. Desde los primeros destellos del atardecer, las calles de la comuna se llenaron de pequeños brujos, princesas, vampiros, y superhéroes, todos buscando, entre risas y emoción, los dulces escondidos en cada puerta.
La comunidad hualquina se preparó con esmero para recibir a cada visitante. Las casas y tiendas lucieron decoraciones detalladas con calabazas, telarañas y luces tenues que dieron un aire misterioso y divertido. En cada rincón se escuchaban risas, murmullos y gritos de alegría, creando una atmósfera única y mágica. No faltaron los adultos disfrazados, quienes con un espíritu alegre se sumaron a la fiesta, creando una experiencia inolvidable para grandes y chicos.
Entre los disfraces que deslumbraron aquella noche, destacó una pequeña de Penco que llegó acompañada de su mamá, Valentina. La niña, con su dulce sonrisa y su hermoso disfraz, cautivó a los presentes, quienes no dejaban de elogiar la ternura y el detalle de su atuendo. Su llegada fue como la de una pequeña estrella, y junto a su mamá, llenaron de encanto y alegría cada calle que recorrieron, dejando a todos con una sonrisa y un corazón cálido.
Entre las calles, se podían ver familias completas y grupos de amigos recorriendo el centro, maravillados por el ingenio y creatividad de los disfraces que resaltaban con cada paso. Los vecinos no solo participaron con entusiasmo, sino que también compartieron una buena dosis de hospitalidad: prepararon dulces especiales, instalaron mesas decoradas y hasta organizaron pequeños concursos para premiar a los disfraces más originales.
La noche de Halloween en Hualqui no solo fue una oportunidad para que los más pequeños vivieran la emoción de la travesura y el misterio, sino también para que la comunidad se uniera en torno a una celebración que cada año gana más adeptos. Entre dulces y risas, cada rincón de la comuna vibró con el espíritu festivo y dejó en claro que Hualqui sabe cómo recibir con calidez y seguridad a cada bruja y fantasma que recorre sus calles.
Fue, sin duda, una noche especial, donde se fortaleció el sentido de pertenencia y la camaradería, haciendo de este Halloween un recuerdo que quedará en la memoria de los hualquinos.














