Hoy, 15 de septiembre de 2024, en un recorrido por las calles de Hualqui, fui testigo de una realidad que no solo indigna, sino que hiela la sangre: caminos destrozados, llenos de agujeros que parecen una broma macabra, pero que en realidad son una trampa mortal para quienes recorren estas vías día a día. Este espectáculo de abandono no es nuevo, llevamos meses, incluso años, enfrentando este problema. Pero lo que más duele, lo que más revuelve las entrañas, es que justo en vísperas de nuestras Fiestas Patrias, la situación se ha vuelto insostenible.
Conversando con los vecinos de Pichaco, Maqueuto y El Águila, el clamor es unánime: ¡basta ya! Las promesas vacías de las autoridades han pasado de ser una decepción a una afrenta directa contra los habitantes de Hualqui. “Nos engañan, nos mienten, nos usan para sus campañas y luego nos olvidan”, me dijo un residente con la voz entrecortada por la rabia contenida.
Hace veinte días, trabajadores del MOP llegaron al sector. Prometieron arreglar el camino, dar solución a un problema que ya tenía en vilo a la comunidad. ¿El resultado? Un parche peor que la enfermedad. Picaron el pavimento, lo dejaron hecho trizas, y desde entonces, esos agujeros se han convertido en cráteres. La carretera de El Águila, en dirección al terminal de buses Palomares, es hoy un campo minado, donde cada trayecto es un riesgo de vida o muerte.
“¿Qué esperan? ¿Que nos matemos en este camino de mierda?”, expresó Enrique, un vecino de toda la vida, con la voz rota por la indignación. “Mi auto ya no tiene bandejas, cada día es una pelea constante con este camino infernal”. Y no solo es él, son cientos los afectados. Madres que temen llevar a sus hijos a la escuela, conductores de colectivos que cada día ven cómo sus vehículos se destruyen poco a poco, ancianos que no pueden ni caminar por las veredas destruidas.
El silencio de las autoridades es ensordecedor. La desidia, asfixiante. ¿Dónde está la municipalidad? ¿Dónde está el SERVIU? ¿Dónde está el MOP, que solo vino a reírse en nuestra cara y agrandar este desastre? Ya no es solo una cuestión de infraestructura, es una cuestión de dignidad. Nos han dejado abandonados, expuestos, desprotegidos.
Esto no es solo un llamado, es un grito de desesperación, un clamor que debería resonar en las oficinas de quienes, cómodamente sentados, se olvidan de los problemas reales de su gente. Enrique lo dijo claro y alto, y sus palabras retumban en cada vecino: “Hasta aquí llegamos. ¡Estamos hartos de que jueguen con nosotros! Ya no más mentiras. Que terminen con su incompetencia y arreglen lo que prometieron. O que se vayan de una vez”.
Y es que cuando el pueblo habla, lo hace con el alma herida.

















Hoy en día como se dice solamente los trabajos vienen sellados en vacíos.
Hualqui debe despertar y no aceptar migajas, somos humanos y debemos reaccionar, hoy tenemos autoridades que aún duermen, por lo mismo debemos recapacitar y enfocarnos en candidatos que tengan la competencia para salir adelante con todas las necesidades que vosotros, me incluyo también debemos exigir los derechos de cada uno.
Hoy día tú voto es la voz del mañana,
Si quieres que te defiendan y te apoyen, debemos tener conciencia.
Tú voto consciente genera cambio.